Ángel Gaitán, mecánico: “Como clientes de un taller, tenéis que saber qué es esto que hay en el suelo”

Mucha gente entra a un taller y deja el coche sin tener ni idea de lo que le van a hacer ni de las máquinas que se utilizan allí. Se confía en que el mecánico revise, repare y entregue el vehículo listo, pero rara vez se explica al detalle cómo funcionan las herramientas que permiten detectar problemas.
Esa falta de conocimiento hace que muchos clientes desconozcan en qué estado real se encuentran frenos, suspensión o dirección, a pesar de que son sistemas básicos para circular con seguridad.
Sobre ese punto quiso incidir el mecánico Ángel Gaitán en un vídeo publicado en Instagram, donde remarcó que “como clientes de un taller, tenéis que saber qué es esto que hay en el suelo”. Lo enseñó junto a Rafa, responsable de un taller en Guernica, que aclaró que se trata de un frenómetro de placas que al pasar con el coche encima ofrece datos de la frenada, la suspensión y hasta la alineación.
Según explicó Rafa, “lo que te mide, como bien decías, es al entrar al taller, frenas sobre él y nos da todos los resultados del estado de la frenada, su reparto, su eficacia, su potencia, el estado de la suspensión y además dispone de una alineadora al paso para ver el desviado direccional”. Todo el sistema está fabricado en España y cuenta ya con patente nacional, a la espera de la europea.
La demostración se hizo con el Fiat Stilo de un empleado, que presentaba problemas de desgaste prematuro en las ruedas. Al pasar por el frenómetro, la máquina detectó un fallo en la frenada trasera con un 43% de diferencia, además de un reparto de frenado muy descompensado. Gaitán lo resumió con un comentario directo: “Me cuadra porque Carlitos hace muchos trompos”.
El análisis mostró también que la suspensión estaba fuera de rango y que los discos tenían alabeo en una de las ruedas delanteras. Las gráficas en la pantalla reflejaban los rebotes desiguales entre un lado y otro, lo que confirmaba la diferencia de comportamiento. Rafa lo explicó con claridad: “Las ruedas delanteras están fuera de la zona normal de funcionamiento, blandas y además ya hay una diferencia entre ellas”.
La prueba concluyó con la alineación, que dio un valor extremo de desviación. El resultado dejó claro que el coche sufría un desgaste excesivo en neumáticos y que la máquina permitía comprobarlo de forma inmediata, solo con pasar por encima. Una forma sencilla de entender que en un taller no todo depende del ojo del mecánico, sino también de sistemas como este que revelan lo que se esconde bajo el coche.
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